martes, 17 de junio de 2008

Inflación anualizada: 31,4%. Alimentos, 47,3%. Cuál crisis?

Venezuela padece la inflación más elevada de América Latina

VÍCTOR SALMERÓN - EL UNIVERSAL


Entre mayo de 2007 y mayo de este año la inflación registra un salto de 31,4% en Venezuela, una magnitud que resulta la más elevada de América Latina, de hecho, los números oficiales indican que en el mismo período México acumula 4,95%, Perú 5,39%, Brasil 5,58%, Colombia 6,39% y Uruguay 7,2%.

Nicaragua, con una inflación de 21,74% y Bolivia con 16,84%, son los países del continente americano que más se acercan a Venezuela.

Si bien el incremento en el precio de los alimentos sacude al mundo entero, nuevamente, el desajuste venezolano no guarda proporción. En los últimos doce meses el costo de los alimentos en Caracas muestra un explosivo incremento de 47,3%, mientras que en Colombia el impacto en el mismo lapso es de 9,73%, en Chile de 19,4%, Costa Rica 22,74% y Perú 9,2%.

Cercado por la fiebre inflacionaria y la desaceleración de la economía desde 8,8% hasta 4,8% en el primer trimestre, Hugo Chávez anunció una serie de medidas la semana pasada.

Para contener los precios, la medicina consistió en eliminar el impuesto a las transacciones financieras, un tributo que obligó a las empresas a pagar 1,5 bolívares por cada cien que movilizan a través de sus cuentas bancarias y que derivó en el traslado directo de los costos sobre el precio final de los productos.

Si bien este paso es visto como positivo, analistas no pierden de vista que se trata de un efecto meramente puntual, es decir, la inflación podrá bajar del escalón cuatro al dos, pero seguirá el ascenso con la misma fuerza el mes entrante.

El año pasado, gracias a la rebaja del IVA, la inflación de marzo fue negativa en 0,7%, pero en abril y mayo recuperó rápidamente la tendencia al alza con aumentos de 1,4 y 1,7%.

La enfermedad
Repleto de recursos por el brillo del petróleo, el gobierno de Hugo Chávez inyectó altas dosis de dinero a la economía generando un excedente de demanda que sirve de combustible a la inflación.
Para tratar de contener la escalada, el Gobierno nacional controló el costo de una amplia gama de productos, pero entonces la producción sufrió un fuerte desestímulo y la escasez se apoderó de los mercados y abastos.

Fustigado por la ausencia de alimentos, el gabinete económico no ha tenido más alternativa que permitir ajustes de entre 30 y 84% en productos que inciden en la dieta de la población de menos recursos, como pollo, arroz y harina de maíz.

Poco efectivo
Las estadísticas del Banco Central de Venezuela indican que el control de precios lejos de eliminar la inflación sólo ha servido para represarla.

En los primeros cinco meses de este año los productos no regulados acumulan un salto promedio en todo el país de 12,3% y los sometidos al control de precios 12,5%, es decir, la inflación es mayor en los bienes que en teoría no deberían aumentar.

El mayor desajuste ocurre en Maracaibo, donde los productos controlados acumulan un incremento al cierre de mayo de 12,7% y los sometidos al libre juego de la oferta y la demanda de sólo 9,9%.

Frente a la pérdida de efectividad del control de precios el gabinete económico ha tomado otras medidas para tratar de desinflar el globo de la inflación.

La medicina se ha centrado en la convicción de que la inflación obedece principalmente a muchos bolívares intentando comprar pocos productos, de tal forma que es necesario frenar la expansión del dinero.

Para lograr este fin el Gobierno disminuyó el ritmo del gasto público, aumentó las tasas de interés y vendió bonos en dólares para absorber bolívares del mercado, pero el resultado no ha sido el esperado.

Análisis de bancos de inversión indican que la falla es que hasta ahora no se han tomado medidas efectivas en el lado de la oferta, que estimulen la producción y permitan atender adecuadamente la demanda.

El Presidente, en un giro estratégico, llamó la semana pasada al sector privado a una "alianza productiva" y puso sobre la mesa un fondo de mil millones de dólares para financiar proyectos de inversión.

No obstante, esta cifra sólo representa 1,85% de la inversión total, pública y privada, que hubo en el país en 2007.

Datos del Banco Central indican que la capacidad de producción trabaja al límite.

sábado, 7 de junio de 2008

Impecable

No hay otra definición para la actuación de la selección venezolana de fútbol, la vinotinto, anoche en Foxborough, MA, delante del pentacampeón mundial.

Debo haber sido el único brasileño que celebró los goles venecos. No perdí oportunidad tampoco de enviar sms a mis colegas de trabajo para echarles el resultado en la cara. No es todos los días que esto sucede. Hay que aprovechar. Si jugamos 20 veces más, probablemente perderemos 19 y empataremos uno.

La prensa brasileña, por supuesto, no está nada contenta. O Globo, de Rio de Janeiro, habla de una de las peores actuaciones de los últimos años. Lance habla de actuación vergonzosa. Gazeta Esportiva dice que fue una humillación histórica. En los demás diarios, el tono es el mismo.

La vinotinto, igual a las eliminatorias pasadas, ahora ha subido las expectativas. La victoria histórica de anoche, por 2x0, obliga a los jugadores a empeñarse aún más.

martes, 3 de junio de 2008

Veja Entrevista: Yon Goicoechea

Um jovem herói

O líder estudantil diz que a Venezuela precisa de menos
ideologia e mais pragmatismo para voltar a ser uma democracia


Camila Pereira

Germán Roig

"O debate ideológico tira o foco
da questão central: neste momento, quem se opõe a Chávez está lutando pela liberdade"

Apesar da pouca idade – apenas 23 anos –, o estudante de direito Yon Goicoechea é hoje um dos principais líderes de oposição ao governo do presidente Hugo Chávez na Venezuela. Sua atuação à frente do movimento estudantil foi considerada pelos observadores decisiva para a derrota de Chávez no referendo que lhe teria conferido mais poder e limitado ainda mais a liberdade dos venezuelanos. Por sua luta em prol da democracia, Goicoechea recebeu, no mês passado, um prêmio de 500 000 dólares do instituto americano Cato, sediado em Washington. Ameaçado de seqüestro e até de morte pelos chavistas, ele passou a tomar algumas medidas de segurança em seu dia-a-dia. Não sai mais à rua sozinho e troca o número do celular a cada quinze dias, para evitar ser grampeado. Ainda assim, vive com medo de ser vítima de um ato violento por parte do governo. Na entrevista que concedeu a VEJA, Goicoechea se revela uma voz destoante no movimento estudantil: critica o fato de tais movimentos receberem dinheiro do governo, tal qual no Brasil, e é contra invasões de reitoria como forma de protesto.

Veja – Você acaba de ganhar um prêmio nos Estados Unidos por lutar pela liberdade em seu país. Qual foi a reação do governo?
Goicoechea –O Ministério da Comunicação usou a televisão estatal para difundir a tese de que, ao conceder o prêmio a um opositor do regime, os Estados Unidos estariam fazendo uma nova tentativa de desestabilizar os governos na América Latina. Uma baboseira ideológica que choca, antes de tudo, pelo anacronismo.

Veja – Qual é sua opinião sobre esse antiamericanismo?
Goicoechea – É inaceitável o fato de a filosofia antiamericanista ainda ter espaço num momento em que os países estão cada vez mais próximos uns dos outros. Enquanto eles se abrem e claramente se beneficiam disso, a Venezuela está isolada do mundo. Também não dá para entender de onde vem tanto ódio contra um modelo que, afinal, deu certo. Fiz palestras em Harvard e Georgetown, ambas nos Estados Unidos, e vi de perto como funcionam algumas das melhores universidades do mundo. Devemos é aprender com os americanos, em vez de repudiá-los. Repare que há muito pouco de objetivo nas críticas feitas por Chávez aos Estados Unidos – são pura retórica. Adoraria ver os venezuelanos vivendo tão bem quanto os americanos.

Veja – Você costuma ser criticado por outros estudantes ao defender tais idéias?
Goicoechea –Sim, o tempo todo. Essas críticas vêm de uma minoria de estudantes que ainda apóia Chávez. Estão motivados, basicamente, por um discurso ideológico de esquerda. Segundo esses estudantes, eu seria um típico representante da direita. Com uma discussão tão ultrapassada, eles deixam de prestar atenção na questão central: quem se opõe ao governo Chávez está lutando pela possibilidade de qualquer venezuelano defender o que bem entenda e acreditar nisso sem que seja punido, como é comum hoje. Para superar um cenário tão atrasado, é preciso pragmatismo – e a insistência no debate ideológico só atrapalha.

Veja – Líderes estudantis brasileiros, sobretudo aqueles ligadas à União Nacional dos Estudantes (UNE), já declararam apoio incondicional ao presidente Hugo Chávez. Eles também estão sendo mais ideológicos do que pragmáticos?
Goicoechea –Sem dúvida. Acho indefensável que haja no movimento estudantil brasileiro líderes que saiam em defesa das práticas autoritárias do governo venezuelano. Prefiro acreditar que eles fizeram isso por um profundo desconhecimento das reformas propostas por Chávez. Se estivessem mais bem informados, esses estudantes brasileiros não teriam tomado uma posição que vai de encontro à diversidade de opiniões e às liberdades individuais. Como ser a favor de reformas que tirariam das pessoas direitos tão básicos, como o de escolher seus governantes e até o de optar pela profissão que desejam seguir? Não faz nenhum sentido que estudantes tenham simpatia por tais idéias.

Veja – Você chegou a receber alguma manifestação de apoio de movimentos estudantis brasileiros?
Goicoechea –Nenhuma. Mas teria sido de grande ajuda. A pressão internacional contra Chávez pode exercer um papel fundamental para que a Venezuela se torne, de novo, uma democracia. Infelizmente, alguns líderes estudantis na América Latina, assim como o meio acadêmico de modo geral, estão paralisados pelo discurso ideológico. Perdem tempo discutindo Karl Marx e idéias superadas ao longo dos séculos, quando poderiam estar lutando por questões mais práticas e relevantes. Esse debate velho não faz mais sentido em nenhum lugar do mundo – muito menos na Venezuela, onde falta um artigo de primeira necessidade: a liberdade de expressão.

Veja – No Brasil, os estudantes costumam invadir reitorias como forma de protesto. Você concorda?
Goicoechea –Não. Numa democracia como a brasileira, há instituições suficientemente sólidas para resolver os impasses, e é preciso recorrer a elas. A ordem e o respeito à lei não são princípios apenas desejáveis, mas absolutamente necessários nas sociedades modernas. Até mesmo num governo autoritário como o da Venezuela, em que as instituições são menos transparentes e inoperantes, acho que manifestações tão extremas a ponto de ser ilegais devem funcionar apenas como último recurso.

Veja – Que tipo de represália você sofreu por parte do governo quando começou a liderar movimentos antichavistas?
Goicoechea –Foram tantas que perdi a conta. Recebi telefonemas em casa com ameaças de seqüestro e até de morte. Isso se estendeu à minha família. Também já apanhei no meio da rua. No ano passado, durante uma assembléia para discutir as reformas propostas por Chávez, alguns estudantes que apoiavam o governo me agrediram. O que era para ser um debate como qualquer outro se tornou uma demonstração de intolerância. Acabei no hospital com um olho roxo e o nariz machucado. Em outra ocasião, colocaram um explosivo no palco em que eu discursava. Eles fazem isso para me assustar, e às vezes conseguem. Não dá para não ter medo de morrer numa situação como a atual. Meus familiares vivem apavorados com a idéia de que algo pior possa acontecer comigo. Por mais de uma vez, minha mãe via televisão quando foi surpreendida com cenas em que eu era alvo de agressões em plena luz do dia.

Veja – Em geral, quem são os agressores?
Goicoechea –Pessoas ligadas a alguns dos grupos radicais de apoio a Chávez. Eles praticam a violação dos direitos humanos na Venezuela sem nenhuma espécie de pudor. Minha situação piora com a propaganda negativa que o governo faz contra mim em jornais, rádios e na televisão. Já me chamaram de tudo: de fascista, inimigo da pátria, colaborador da ultradireita e até de títere do império americano. Em meu país, sou tratado pelo governo como um péssimo exemplo.

Veja – Como você se protege?
Goicoechea –Jamais fico sozinho em lugares públicos. Troco o número do meu celular a cada quinze dias e não tenho mais telefone fixo, para evitar ser grampeado. Em momentos mais tensos, como nas semanas que antecederam a votação do referendo de Chávez, deixei de dormir em casa. A cada noite, pedia asilo a um amigo diferente. Viver assim não é exatamente bom, mas sei que não exagero ao tomar medidas em prol da minha segurança.

Veja – Você pensa em deixar a Venezuela e morar em outro país?
Goicoechea –Não. Depois da II Guerra, meu avô fugiu do caos em que estava a Espanha para tentar uma vida melhor na Venezuela. Com o passar dos anos, a Espanha se tornou próspera e meu avô sofreu muito com o fato de não ter estado lá para ver essas mudanças e participar delas. Guardadas as devidas diferenças históricas, a Venezuela é hoje, também, uma espécie de terra arrasada. Posso soar idealista, mas não quero jamais sentir a mesma frustração de meu avô, ainda que toda essa repressão me atinja tão diretamente.

Veja – O governo interfere nas universidades da Venezuela?
Goicoechea –Ele tenta o tempo todo. Algumas universidades já são diretamente controladas pelo governo. Nelas, todos os reitores e diretores são pró-Chávez e chegaram lá por indicação política. É o caso da Universidade Bolivariana, uma invenção do próprio Chávez, e da Unefa, comandada pelas Forças Armadas. Essas instituições sofrem pressão do governo. Alunos e professores têm medo de emitir opiniões que possam ser mal interpretadas pelas autoridades e resultem em expulsões, demissões e outras represálias. Fazer oposição a Chávez numa dessas universidades é algo impensável. Felizmente, elas ainda são a minoria na Venezuela. Mas o número pode aumentar.

Veja – Por que você diz isso?
Goicoechea – O governo lançou recentemente uma proposta inacreditável. Chávez quer que o processo de seleção nas universidades passe a ser comandado pelo Ministério da Educação. Na prática, isso significa que só os estudantes alinhados com o governo teriam acesso à educação superior. Não acredito que os chavistas consigam emplacar esse projeto. De todo modo, é assustador. O governo também tentou implantar uma cartilha própria nas escolas, mas fracassou.

Veja – Como era exatamente essa cartilha?
Goicoechea – Profundamente ideologizada e xenófoba. O objetivo declarado da cartilha era formar "o novo homem socialista", nas palavras do próprio Chávez. Ela incentivava as crianças a entoar canções a Simon Bolívar, o herói da independência nacional, e a odiar os colonizadores europeus. Também apagava alguns capítulos da história desfavoráveis a Hugo Chávez e alimentava a admiração aos movimentos que resultaram em ditaduras comunistas, como os da Coréia do Norte e de Cuba. Um absurdo atrás do outro. Mas essa Chávez não conseguiu levar adiante.

Veja – Você conhece muita gente que vive com medo do governo na Venezuela?
Goicoechea –Isso é muito comum. No serviço público, por exemplo, é preciso dar a toda hora manifestações explícitas de apoio ao governo para manter o emprego. Isso acontece de diversas maneiras. Conheço pessoas que já foram várias vezes forçadas a participar de atos públicos em favor de Chávez. Nessas ocasiões, elas sabem que, caso não compareçam, acabarão demitidas. Vão, portanto, porque precisam do trabalho. Essa é uma forma de coerção brutal. Quem recebe benefícios sociais do governo sofre algo parecido. O pré-requisito básico para ter acesso a qualquer um deles é o mesmo: apoiar incondicionalmente Hugo Chávez. Hoje, quem faz oposição ao governo na Venezuela paga um preço alto por isso.

Veja – De onde vem o dinheiro para manter o movimento estudantil que você comanda?
Goicoechea –Da contribuição mensal dos estudantes e de empresas do setor privado. Elas dão dinheiro por meio de uma fundação mantida pelo próprio movimento estudantil. Do governo, evidentemente, não vem nem um centavo. É claro que isso tem uma relação direta com o fato de o movimento ser de oposição a Chávez. Mas, mesmo que o governo quisesse nos ajudar financeiramente, eu seria absolutamente contra.

Veja – Por quê?
Goicoechea –Não acho apropriado para um movimento estudantil manter uma relação tão estreita com o governo. Por definição, uma organização dessa natureza precisa ser independente. Do contrário, dificilmente fará um trabalho sério. Às vezes, os estudantes precisam se colocar contra o governo, como acontece hoje na Venezuela. Com uma relação financeira estabelecida entre as duas partes, a isenção fica naturalmente comprometida.

Veja – No Brasil, uma parte do orçamento da UNE vem do governo...
Goicoechea –Para mim, está claro que esse é um modelo fadado ao fracasso. Se fosse estudante no Brasil, faria uma reflexão sobre isso.

Veja – Você está pessimista em relação à situação na Venezuela?
Goicoechea –É preciso fazer um esforço diário para renovar o otimismo. Enxergo, no entanto, alguns sinais positivos no horizonte. Estudantes que antes não se manifestavam têm me procurado dizendo que, diante de tanto obscurantismo, resolveram protestar ativamente. Isso fortalece o movimento. Outro dado bom diz respeito ao surgimento de lideranças no governo dispostas a respeitar as leis e a dialogar com a oposição. É, pelo menos, um começo.

Veja – O que você vai fazer com o prêmio de 500 000 dólares que acaba de receber?
Goicoechea –Investir numa escola em Caracas para capacitar líderes. A idéia é ajudar a formar uma juventude com a mentalidade mais aberta e, antes de tudo, voltada para temas minimamente relevantes. É o contrário do que se passa na Venezuela e em tantos outros países da América Latina – todos com uma forte inclinação para assuntos já sepultados pela própria história. Fico angustiado ao ver como questões tão ultrapassadas e ideológicas impedem as pessoas, ainda hoje, de aspirar a uma sociedade mais moderna.